¿Será posible que un niño de 4 años pueda enseñarte una lección de marketing que hará el lanzamiento de tu próximo producto sea un éxito completo?
Si no lo crees posible, sigue leyendo. Es muy probable que al final de la página cambies de opinión.
Mientras escribo este mini-reporte, estoy disfrutando un delicioso Cappuccino Mocha Blast (café real mezclado con helado de vainilla y almíbar de chocolate, crema batida y un toquecito de canela).
Cuando ordené mi café, mi hijo de 4 años estaba conmigo. Normalmente lo dejo que escoja el helado de su preferencia.
Esta ocasión fue diferente.
Cuando llegamos a la heladería había un poster con un helado nuevo. “Parfait Perfection de Fresas y Almendras.” Mira la foto de abajo. ¿Apoco no se ve delicioso?
Tengo una adicción por los cafés fríos y aunque el helado en el poster se veía delicioso no pensaba elegir el helado.
Se me hizo fácil ordenar mi café y ordenar un helado “Parfait Perfection de Fresas y Almendras” para mi hijo. Hacía mucho calor y yo babeaba por probar el helado nuevo.
Mi hijo tocó mi brazo, señaló un helado muy colorido y dijo con su tierna voz “yo quiero ese.”
Contesté… espera a que veas el helado que te están preparando. El se quedó callado y esperó pacientemente.
Asumí que el helado nuevo causaría tal impresión que no le importaría comérselo.
¿Qué equivocado estaba?
Cuando vio que no era el helado que él eligió, se molestó muchísimo y con toda razón. Traté de convencerlo, y le pedí que lo probara a ver si así cambiaba de opinión.
Me sentí mal…
¿Qué padre es capaz de hacerle algo similar a su hijo?
Para remediar mi error y cargo de conciencia, le compré el helado que él quería desde el principio, era más barato y contenía mucho menos azúcar.
¿Qué tiene todo esto que ver con Marketing por Internet?
Esto situación real me hizo pensar las incontables veces que los dueños de negocios tratan de vender un producto que no satisface las necesidades de su cliente.
Peor aún, su cliente les ha dicho abiertamente el producto que necesita y el dueño de negocio necio en venderle el producto erróneo.
Esta lección de marketing no puedes pasarla por desapercibida.
Antes de crear un nuevo producto o servicio, asegúrate que tu prospecto/cliente en verdad lo necesite.
Realiza encuestas entres tus prospectos/clientes para reconocer sus verdades necesidades.
Pide retro-alimentación, si ya tienes un producto o antes de crearlo, toma a unos cuantos prospectos, que usen el producto completamente gratis y te dejen saber los pros y contras. Involúcrate con ellos, el tipo de producto que han comprado en el pasado el tipo de producto que no comprarían, etc.
No asumas, tú no eres tu cliente. No porque te gusté a ti quiere decir que le gustará a tu prospecto.
Crear productos a lo tonto y sin un estudio de tu mercado es como tomarte una pastilla para el dolor de cabeza y esperar bajar de peso.
¿Cuál es la mejor estrategia de marketing que has experimentado en los últimos días?
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