La Cura del Empresario Apostador

“En los negocios se gana o se pierde. Ese es el riesgo de ser un emprendedor.”

Cada vez que escucho esa frase siento un malestar en el estómago.

Es normal que en un negocio puedas ganar o perder dinero.

El problema es…

Cuando evalúas un negocio con este tipo de mentalidad, tu enfoque es similar al de un apostador jugando en un casino de Las Vegas.

Tus decisiones son basadas en la emoción de ganar o perder. “Si gano, gano en grande. Si pierdo, es el riesgo que se corre en los negocios.”

Algunos ejemplos de este tipo de mentalidad:

“Enviaré esta oferta a mi lista y ‘a ver’ como convierte, en Clickbank dice que está haciendo pedazos a las otras ofertas”
“Empezaré este negocio porque a Mary de Facebook le fue de maravilla”
“Elegí este negocio porque si me va bien, con esto me retiro de mi trabajo”

Si decides de esta manera, estas permitiendo que factores externos controlen tus resultados.

Si la oferta no convirtió como esperabas, culparas al dueño del producto o a tu lista.
Si el negocio que le funcionó a Mary de Facebook no sirvió para ti, creerás que Mary mintió o que ‘ese’ tipo de negocio no es redituable.
Si te fue mal en el negocio que elegiste, es probable pensar que era un riesgo el que corrías (si ganabas, obtenías tu libertad financiera. Si perdías, tendrías que buscar otro negocio que te catapulte al éxito de la noche a la mañana por el tiempo y dinero que perdiste en el negocio anterior).

El tener la mentalidad…

“En los negocios se gana o se pierde. Ese es el riesgo de ser un emprendedor.”

Hace que tu pensamiento sea a corto plazo.

Hace que un resultado temporal determine el rumbo de tu negocio (¿tu oferta no hizo ventas? este nicho no funciona, me cambio a otro, etc.)

Tomas decisiones emocionales, en vez de tomar decisiones basadas en números reales (solo gané $15 dólares en mi primer mes, con esto ni siquiera me alcanza para cubrir mi inversión, mejor me muevo a otra compañía, etc.)

¿Cuál es la cura para este tipo de mentalidad?

Pensar a largo plazo.

Entiendo que tal vez quieras vivir el estilo de vida de un empresario exitoso. Viajes exóticos, múltiples fuentes de ingreso, lujos, etc. Es posible que hoy quieras renunciar a tu trabajo (si tienes uno). Pero si quieres hacer estos sueños realidad, debes comprender lo siguiente:

Todo lleva un proceso. Si internalizas y entiendes que en este momento estas pasando por “ese proceso” tu perspectiva en los negocios cambiará por completo.

Dejaras de buscar el negocio que te convierta en exitoso de la noche a la mañana y te enfocaras en crecer un negocio real. Aunque tome un poco más de tiempo sabes que es la manera más segura.

Si una oferta no funcionó como esperabas, en vez culpar a tu lista o el producto y sufrir una desilusión, buscaras la razón verdadera de “el porqué” no funcionó. Tal vez tus subscriptores no estaban listos o el producto no era lo que necesitaban.

Cuando piensas a largo plazo, en vez de intentar exprimir cada dólar de tus clientes y dejarlos con mal sabor de boca, te enfocas en ayudarlos y en construir un lazo de confianza para que compren contigo no una sola vez, sino que compren de por vida, año tras año.

Cuando piensas a largo plazo y las cosas se ponen críticas en tu negocio, sabrás que es parte de tu proceso de crecimiento y en vez de renunciar o buscar otro nicho, encontraras una salida.

Pensar a largo plazo puede ser un reto si nunca lo has hecho pero es la única manera que conozco de crear un negocio que te genere ingresos predecibles.

Una manera sencilla de saber si estas pensando a largo plazo, es pararte enfrente del espejo y hacerte la siguiente pregunta:

¿Me veo haciendo lo mismo que estoy hoy por los siguientes 5 años?

Si la respuesta es sí, estas pensando a largo plazo.
Si la respuesta es no, tu sabes que hacer.

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